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El aprendizaje de fórmulas químicas en la enseñanza: ¿un fin o un medio?

Escrito por Quimitube el 13 septiembre


Esta es la primera entrada que escribo bajo la etiqueta de “divulgación de la química”, así que considero adecuado, antes de entrar en la materia del título, hacer una breve introducción sobre la divulgación en sí. Y es que cabe preguntarse: ¿qué es divulgar?

La palabra divulgar significa, según el DRAE: “Publicar, extender, poner al alcance del público algo.” Así, todo divulgador de la química aspira a hacer llegar ésta a un público y extenderla al máximo; es decir, cuanto más amplio sea el público y en mayor profundidad se adquieran los conocimientos, mejor será la calidad de la divulgación realizada.

Por tanto, la enseñanza de la química, en todos los niveles educativos, es en verdad un acto de divulgación: el profesor es probablemente el primer divulgador que un niño o un adolescente encuentra en su camino de conocimiento de la química; de la primera impresión que un alumno reciba sobre la materia dependerá la relación que establezca con el aprendizaje de la química en el futuro.

Por ello, hace falta desestigmatizar la química como asignatura aburrida, difícil y alejada de los intereses personales de los alumnos, y esto, en mi opinión, debe comenzar en la infancia. Desde la Educación Primaria deberíamos esforzarnos por lograr que la relación de los niños con la química sea sana y amable.

No se trata de convertir la química en un espectáculo, pero sí de mostrar que ésta es espectacular en sí misma. Enterrar la magia de la química y la fascinación que puede ejercer sobre la mente humana bajo montañas de conceptos y fórmulas aprendidos de forma tediosa (en el caso de la Educación Secundaria) no hace sino dañarla, y a menudo establece en el aula una rutina de resople y de resignación. Porque lo que todo profesor debe buscar, y a menudo lo logra más el divulgador aficionado que el propio profesor, es que el conocimiento perdure, es decir, lo que en el argot didáctico se llama «aprendizaje significativo».

Para lograr aprendizajes significativos debe existir una disposición favorable por parte del alumnado, de ahí la necesidad de lograr actitudes positivas hacia los temas.

Así, son muchos los ejemplos que podemos hallar acerca de aprendizajes poco significativos en química, si bien la formulación, de la que trata esta entrada, es quizá el más claro de todos ellos.

Sorprendentemente, analizando el currículo de la educación secundaria, esencialmente de 3º y 4º de ESO, que es cuando los alumnos españoles empiezan a aprender a formular, mi conclusión es que el desarrollo curricular no justifica en modo alguno el peso lectivo que suele recaer en la formulación en estos cursos. Creo que es una cuestión más de tradición que de prescripción: a mí me enseñaron formulación, yo enseño formulación. Pero… ¿hasta qué punto es necesario?

La formulación se enseña en profundidad y de forma muy reglada y mecánica. A pesar de lo que prescribe el currículo (pequeños apartados dentro de los bloques de contenido) se dedican muchas horas, curso tras curso, al aprendizaje y estudio mecánico de la misma.

Y la verdadera razón por la que un alumno estudia formulación curso tras curso es, según mi opinión, ¡porque la olvida por completo! Si necesita conocer una fórmula para, por ejemplo, ajustar una reacción y realizar unos cálculos estequiométricos, generalmente debe “reaprenderla”. El aprendizaje de la formulación es tan extremadamente poco significativo que un escandaloso porcentaje de alumnos no recuerdan de un año para otro (y mucho menos recordarán a lo largo de su vida) fórmulas tan sencillas como amoníaco, metano o cloruro sódico.

Según explican los autores del artículo [1], se analizó lo que los alumnos de 15 años recordaban en el inicio del curso siguiente (de 8º de EGB a 1º de BUP, es un artículo de 1993, pero la situación no ha cambiado nada). Para ello se analizaron las respuestas dadas por 178 alumnos. Si bien un 98% supo escribir correctamente la fórmula del agua, sólo el 17% supo la del cloruro de sodio, el 11% la del óxido de calcio, el 6,8% la del amoníaco y el 1,3% la del ácido clorhídrico. Sólo un 0,6% recordaron las fórmulas del ácido nítrico y ácido sulfúrico (o sea, ¡un alumno de 178!).

Esto muestra que todas las horas invertidas en aprender la formulación fueron tiempo perdido, y más perdido aún el tiempo invertido en reaprenderla del mismo modo.

Un alumno que no recuerda bien la formulación, ¿realmente significa que presenta un bajo nivel de química? O, al contrario, un alumno que domina perfectamente la formulación: ¿sabe mucha química? Muchos profesores asemejan el nivel de química del alumnado a su conocimiento de formulación. Pero no debemos olvidar que la formulación es un “juego de lógica”. Se trata de un lenguaje y, como tal, está sometido a unas normas bien establecidas y presenta algunas excepciones. Un alumno con una buena capacidad lógica aprenderá a formular de forma mecánica, del mismo modo que un alumno con buena memoria podrá aprender las fórmulas de memoria. ¿Significa, entonces, que domina la química?

La química no debe memorizarse ni mecanizarse (o no sólo esto) sino que también debe comprenderse. Hay que aprender a pensar, a entender textos científicos y a expresarse científicamente; es decir, hay que potenciar también las capacidades lingüísticas y de lectura comprensiva en la ciencia, porque el cerebro es uno solo, y sus estructuras deben servirnos para todas las áreas, sean «de ciencias o de letras». Es notable la falta de expresión escrita que presentan muchos alumnos hoy en día, incluso en la Universidad. Y esta potenciación de la expresión oral y escrita y de la comprensión lectora debe ser mucho, muchísimo más importante que formular, y por ello habría que dedicarle mucho más tiempo.

No obstante, no creo que la formulación deba apartarse, ni mucho menos, del currículum, pero sí que hay que cambiar el enfoque de ésta y el momento de comenzar a enseñarla. En muchos casos, la formulación es lo primero que se aprende de química en 3º de ESO. Se memorizan los nombres de los elementos químicos, se memorizan las valencias (sin que se tenga la menor idea de qué es una valencia más allá de un número asignado a un elemento en una tabla que “hay que saberse”) y se formula un compuesto tras otro, un compuesto tras otro… Incluso, se llega al extremo de proponer al alumno la formulación de compuestos que no tienen existencia real.

Si bien es necesario dar reglas, éstas deben ir acompañadas de alguna justificación que permita comprender la fórmula. Por este motivo, sería una buena estrategia abordar la formulación en el tema de enlace químico, cuando ya se entienda el concepto de valencia y no se trate de una mera memorización.

Es una buena idea, también, mostrar estos compuestos con su fórmula en una experiencia de laboratorio en la que algunos de ellos reaccionen y se observe la reacción producida ajustada.

Es cierto que en la enseñanza de bachillerato los estudiantes van a necesitar unos conocimientos más amplios de formulación pero, de hecho, el tema de formulación inorgánica vuelve a estar considerado en Física y Química de 1º de bachillerato y en este curso se empieza de cero porque los estudiantes raramente recuerdan las fórmulas aprendidas en cursos anteriores.

Así que… bueno, creo que mi postura ha quedado clara: menos fórmulas y más química. La formulación es un medio para expresar algo, pero tenerla como fin último de aprendizaje (¡y aprender compuestos irreales!) es sencillamente un absurdo que debemos evitar si queremos que los alumnos, cuando dejan de ser alumnos, digan en su vida adulta aquello tan terrible de: «¿La química? ¡Ah, sí! ¡Eso de las fórmulas!».

Este post participa en la  Primera Edición del Carnaval de Humanidades, sobre: «Ciencias y Letras: ¿conflicto o diálogo?».

Referencias: [1] «La formulación en el nuevo currículum de química», Juan Hernández y Laly Palacín, Comunicación, Lenguaje y Educación, 1993, 19-20, 101-107


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6 Comentarios

  1. Concuerdo con lo que dices: eso y la palabra mol es la única culturilla que queda de ESO…

    Ununcuadio, 12 Años Antes Responder

  2. Tienes muchísima razón. Recuerdo que desde 3º de la ESO hasta 1º de Bachillerato todo era lo mismo: formulación, pasar de gramos a moles, de moles a moléculas, modelos atómicos (y sólo en el Bachillerato me hablaron del modelo de la Mecánica Cuántica, así que se hizo especial hincapié en conceptos totalmente desfasados en la actualidad), iones, isótopos y poco más. Sólo en mi último año de enseñanza preuniversitaria he aprendido «algo» de química, y ese poco sólo lo he conseguido por haberme «especializado» en una rama del conocimiento, por lo que existen muchas personas que en su formación no han tenido más contacto con la química que ése que comentas. Y, la verdad, no tiene ningún sentido: ¿para qué aprender a utilizar un destornillador sin saber lo que es un tornillo? Pues lo mismo ocurre con esto de la formulación y los conocimientos que se imparten en química.

    Por esta misma razón, está bien que en internet existan blogs como éstos y puedas ir rellenando algunas lagunillas que te han quedado después de tantos años de LOGSE-LOE XD.

    Aurea Curiositas, 12 Años Antes Responder

  3. […] "CRITEO-300×250", 300, 250); 1 meneos El aprendizaje de fórmulas químicas en la enseñanza: ¿un fin o un medio? http://www.quimitube.com/el-aprendizaje-de-formulas-quimicas-en-…  por equisdx hace […]

    El aprendizaje de fórmulas químicas en la enseñanza: ¿un fin o un medio?, 12 Años Antes Responder

  4. ¡Muchas gracias por participar! Necesitamos aportaciones desde todos los puntos de vista, así que muchas gracias

    Carnaval Humanidades, 12 Años Antes Responder

    • Fue una sugerencia de Ununcuadio y me pareció fenomenal, ya que soy una científica profundamente humanista, me gusta el conocimiento de forma global y eso de separar entre ciencias y letras me molesta mucho. Gran iniciativa este nuevo carnaval, lo difundiré 😀

      QuimiTube, 12 Años Antes Responder

  5. […] El aprendizaje de fórmulas químicas en la enseñanza: ¿un fin o un medio? […]

    Cálculo erróneo del número de "moléculas" de un compuesto iónico | Quimitube, 10 Años Antes Responder


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