¿Cómo se recicla el vidrio?
Escrito por Quimitube el 25 mayo
El reciclaje del vidrio en la legislación
La vigente ley de residuos en España (Ley 22/2011, de residuos y suelos contaminados), transposición de una directiva europea, establece que todos los residuos generados deben recibir un tratamiento adecuado, ya sea para aprovechar los recursos que puedan contener o para reducir su peligrosidad (si son clasificados como peligrosos) y evitar de este modo el impacto que en el medio ambiente y en la salud humana podría conllevar una gestión inadecuada. Este término que menciona la legislación, tratamiento, engloba dos tipos de operaciones, las de valorización y las de eliminación.
En esta entrada nos centraremos en una operación de valorización concreta, que es el reciclaje del vidrio. En entradas posteriores veremos el proceso de reciclaje de otros residuos domésticos, como las botellas de plástico o los tetrabriks. ¿Y qué es la valoración? Pues bien, se entiende por valorización cualquier operación cuyo resultado principal sea que el residuo sirva a una finalidad útil al sustituir a otros materiales, que de otro modo se habrían utilizado para cumplir una función particular.
Por tanto, si nosotros tomamos vidrio desechado y lo convertimos en nuevos recipientes dispuestos para su uso, se trata de una operación de valorización porque hemos evitado el uso de recursos naturales para la producción de dichos recipientes.
Asimismo, cabe indicar que, ademá de las definiciones de términos como valorización o eliminación, se establece también en nuestra legislación una jerarquía en las operaciones de tratamiento. Así, la valorización siempre se debe priorizar por encima de la eliminación. En concreto, la jerarquía establecida en el artículo 8 de la ley 22/2011 es la siguiente: prevención, preparación para la reutilización, reciclado, otros tipos de valorización (incluida la energética) y, por último, la eliminación de los residuos.
Esta jerarquía implica que, en primer lugar, debemos evitar generar el máximo peso de residuos posible, que es lo que entendemos por prevención. Por ejemplo, una forma de prevención sería una fábrica de alimentos que decide cambiar la forma o el volumen de sus envases de vidrio para generar un menor peso de vidrio por cada unidad de peso de producto final que se consume.
Una vez que los envases han sido producidos, la siguiente escala en la jerarquía es la preparación para la reutilización. Sería éste el caso de las botellas de refresco de los bares, que son recogidas por la distribuidora, se someten a un tratamiento de limpieza y de desinfección y posteriormente se reutilizan tal cual, rellenándolas para volver a comercializar los mismos refrescos.
No obstante, al vidrio que depositamos en el contenedor verde de nuestros municipios no le queda otra que ser reciclado, es decir, sometido a un proceso en el que se tritura y se vuelve a convertir en vidrio nuevo, dispuesto para la elaboración de nuevos envases.
Para fomentar un reciclaje de alta calidad las administraciones deben promover e implantar la recogida separada de los residuos. Nuestra ley de residuos obliga, como mínimo, a la recogida separada de papel, metales, plástico y vidrio, si bien se podrá recoger más de un material en la misma fracción siempre que se garantice su adecuada separación posterior.
La obligatoriedad de reciclar el vidrio partió en España de una ley del año 1997 (Ley 11/1997, de envases y residuos de envases), que fue la que, por primera vez, obligó a que las compañías que ponían en el mercado un producto envasado en vidrio debían tomar medidas para reducir el impacto ambiental de dichos residuos, gestionando el reciclaje de los envases de un solo uso. Para poder llevar a cabo esta gestión se creó Ecovidrio, una entidad sin ánimo de lucro que comenzó a operar en España en 1998.
El proceso de reciclaje del vidrio
El vidrio es un material idóneo para ser reutilizado, ya que no pierde sus propiedades con el uso y con los ciclos de reciclado. Además del ahorro de recursos naturales que supone la fabricación de nuevos envases de vidrio a partir de vidrio reciclado, cabe indicar también que el proceso de reciclaje requiere en torno a un 30% menos de energía que el vidrio nuevo, porque se requiere una menor temperatura para su fundido y, por ello se consume menos.
En una planta de reciclaje de vidrio, en primer lugar, el vidrio es separado de otros materiales (metales, etiquetas, tapones de plástico…) y clasificado por colores: verde, ámbar y transparente.
Es importante resaltar que algunos vidrios especiales, como el pyrex o vidrio de borosilicato, no se procesan con estos vidrios domésticos, ya que alterarían el proceso de reciclado por su elevada resistencia al calor.
Los tres tipos principales encontrados en los residuos domésticos proceden de vidrio de recipientes de comida y bebida, vidrio prensado ámbar o verde y vidrio plano (por ejemplo, de ventanas). Tampoco este último se debe depositar en el contenedor verde de recogida selectiva, puesto que en éste únicamente se depositan envases; el vidrio plano se gestiona principalmente a través de los puntos verdes. No obstante, esto último, a diferencia de lo que ocurre con el vidrio de borosilicato, no es una cuestión de proceso sino una cuestión legal.
Las principales etapas en el reciclaje del vidrio son:
- Limpieza inicial y separación por colores. En esta etapa se separan los impropios en una cinta transportadora que suele ir seguida de un separador magnético para retirar los componentes férreos.
Este proceso de limpieza y eliminación de impropios puede ser bastante complejo dependiendo de la planta y de la capacidad de procesado, como por ejemplo la planta descrita en el siguiente vídeo:
- Molienda, trituración y cribado del vidrio, dando lugar a un polvo grueso denominado calcín.
- El calcín, mezclado con arena, hidróxido de sodio y caliza, es sometido a altas temperaturas en un horno (unos 1500 ºC). El vidrio se funde y se moldea con la forma deseada, dejándolo finalmente enfriar en el túnel de recogida. En el momento en que los componentes alcanzan la fusión, el vidrio producido es afinado y homogeneizado, hasta obtener una masa acondicionada de vidrio para la elaboración del envase.
Casi todo el vidrio reciclado se utiliza para producir nuevos recipientes y botellas de vidrio, y el resto para producir lana de vidrio o aislamiento de fibra de vidrio, material de pavimentación (mezcla vidrio-betún) y productos de construcción como ladrillos, azulejos y hormigón ligero espumado.
Más información
Ciclo de gestión del vidrio – Ministerio para la transición ecológica y el reto demográfico
Ley de envases y residuos de envases BOE
Directiva europea sobre residuos BOE
https://hablandoenvidrio.com/que-es-el-calcin/